La gestión de cumplimiento es un enfoque sistemático para garantizar que una organización cumpla con todas las leyes y regulaciones aplicables, así como con las políticas y procedimientos internos. El objetivo final es prevenir la conducta ilegal o inapropiada y proteger la reputación y la integridad de la organización.

Para implementar un programa efectivo de cumplimiento, se deben identificar y evaluar los riesgos y controles relevantes y establecer medidas para mitigar esos riesgos. También es importante capacitar al personal en las políticas y procedimientos de cumplimiento, monitorear y evaluar continuamente el programa y tomar medidas correctivas cuando sea necesario.

En el ámbito electoral, la gestión de cumplimiento implica garantizar que se sigan todas las leyes y regulaciones electorales aplicables y que se evite cualquier conducta ilegal o inapropiada que pueda afectar la integridad y la transparencia del proceso electoral. Esto puede incluir medidas como la implementación de medidas de seguridad para proteger la privacidad y la integridad de las votaciones y la capacitación de personal en las políticas y procedimientos electorales.