La gestión de calidad electoral es un conjunto de prácticas y herramientas destinadas a garantizar que las elecciones se lleven a cabo de manera justa, transparente y eficiente. Se trata de un proceso que incluye desde la planificación y organización de los comicios, hasta el escrutinio y la entrega de los resultados finales.

En el marco de la gestión de calidad electoral, se implementan una serie de controles y medidas de seguridad destinados a prevenir y detectar posibles irregularidades en el proceso electoral. Entre estas medidas, se incluyen la identificación y registro de los votantes, el control del acceso a las urnas, la verificación de la integridad de las papeletas de votación, la capacitación de los miembros de mesa, entre otros.

Además, la gestión de calidad electoral también implica una importante labor de comunicación y transparencia, con el objetivo de informar a los votantes sobre los procedimientos y plazos establecidos, así como de brindar información actualizada sobre el avance del proceso electoral y los resultados preliminares.